Exploramos la vida y obra de Alberto Enríquez, un destacado escritor y docente cuya influencia perdura en la literatura mexicana.

Alberto Enríquez nació el 15 de noviembre de 1946 en el municipio de Aquismón, San Luis Potosí, México. A temprana edad, se trasladó a Ciudad Valles, donde pasó la mayor parte de su vida hasta su fallecimiento el 19 de marzo de 2024. Más allá de su lugar de origen, Enríquez dejó una marca indeleble en la literatura y la educación de su región.

Su formación académica fue diversa y rica en experiencias. Inicialmente, estudió en la Facultad de Estomatología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) durante cinco años. Luego, cambió de rumbo y se graduó como licenciado en Psicología en la misma universidad. Además, completó una maestría en Educación en el Instituto Estatal de Investigación y Posgrado de la capital.

En el ámbito literario, Enríquez participó activamente en varios talleres, incluido el de la Casa de la Cultura, donde colaboró con distinguidos escritores potosinos. Incluso llegó a coordinar este taller entre 1988 y 1990, evidenciando su compromiso con el desarrollo cultural de su comunidad.

Como docente, dejó una huella imborrable en el Tecnológico de Ciudad Valles, donde no solo impartió clases, sino que también promovió actividades artísticas como el teatro, la lectura y la pintura entre los estudiantes.

El reconocimiento a su labor literaria no tardó en llegar. A lo largo de su carrera, Enríquez recibió varios premios, entre los que destacan el Premio Fundación (Mérida) en 1971 por “Fatiga azul de marinero”, el Premio Hispanoamericano de Cuento en 1980 por “Te juro por ésta”, y el Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí “Amparo Dávila” en 1981 por “Hoy las violetas duermen”.

Su obra abarca una amplia gama de géneros, desde cuentos hasta poesía. Entre sus obras más reconocidas se encuentran “Declaro sin escrúpulo”, “Aquí la gente pareciera no amar” y “Poema en un acto por la ciudad muerta virgen”. A través de su escritura, Enríquez capturó la esencia y las complejidades de la vida en la Huasteca potosina, dejando un legado literario que continuará inspirando a las generaciones futuras.