POR: CIUDADANOS OBSERVANDO
José Luis Romero Calzada es un político con un largo historial delictivo que se remonta a los años noventa, cuando llegó a Salinas de Hidalgo, San Luis Potosí.
En 1998 fue encarcelado por fraude en perjuicio del señor Alfonso Ruedas y su familia, en el mismo municipio.
Posteriormente, fue denunciado penalmente por enriquecimiento ilícito, relacionado con el presunto robo de combustible. Incluso, le fue confiscada una estación de gasolina por estos hechos.
Durante su periodo como diputado local por el PRI, formó parte de una red de corrupción que falsificaba firmas y documentos, además de utilizar facturas de empresas fantasma para desviar millones de pesos destinados a programas de apoyo para personas de escasos recursos.
Diversas víctimas lo denunciaron penalmente, y para evitar regresar a prisión tuvo que devolver parte del dinero sustraído.
En sus fraudes, incluso usó identidades de personas fallecidas para simular entregas de apoyos.
Actualmente enfrenta denuncias penales ante la Fiscalía General de la República por lavado de dinero y delincuencia organizada. Además, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) lo denunció por evasión fiscal.
Romero Calzada, conocido por su actitud agresiva e intolerante, también acumula denuncias por amenazas y agresiones contra periodistas y activistas de San Luis Potosí.
El Instituto de Fiscalización Superior del Estado de San Luis Potosí (antes Auditoría Superior del Estado) mantiene un expediente abierto en su contra por fraude relacionado con programas de ayuda social durante su gestión como diputado.
Este proceso podría derivar en su inhabilitación y nuevas denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado.
Tras ser rechazado tanto en el Altiplano como en la capital potosina, Romero Calzada decidió trasladarse a la Huasteca, donde ha cambiado de partido en múltiples ocasiones para contender por diversos cargos públicos, sin éxito en las elecciones.
Su operador político en la Huasteca norte, Romel Rivas, fue detenido en 2023, acusado del asesinato del exalcalde de Ébano, Crispín Ordaz Trujillo.
Hasta la fecha, Romero Calzada continúa desafiando a las autoridades y a la ciudadanía, jactándose de ser intocable y afirmando que nunca enfrentará la justicia, perpetuando así su impunidad.