La organización Ciudadanos Observando comparte un análisis sobre el desempeño de la aún diputada local Gabriela Martínez Lárraga, cuyo comportamiento señalan como “incongruente”.
Por un lado, la diputada presidió la Comisión de Derechos Humanos, y por otro mostró una completa intolerancia a la crítica y el derecho a la libertad de expresión.
Siempre intolerante a algún cuestionamiento sobre su actuar como legisladora.
Incluso, la prestigiada organización internacional independiente de Derechos Humanos “Artículo 19”, en marzo del 2023 exigió a la diputada Gabriela Martínez Lárraga respetar la libertad de expresión y se pronunció en contra de las agresiones a periodistas y defensores de derechos humanos por parte de ella y de su esposo, José Luis Romero Calzada alias “Tecmol”.
Gabriela Martínez Lárraga decía defender el derecho de las mujeres, y callaba ante las constantes agresiones que hacía el prepotente ex diputado José Luis Romero Calzada, tanto a mujeres de la zona huasteca como a reporteras que no le eran cómodas y no solapaban sus cuestionables actos.
Gabriela Martínez Lárraga exigía transparencia en los demás, pero presentaba una declaración patrimonial donde decía que no tenía ingresos ni propiedades, pero exhibía en redes sociales que regalaba automóviles de lujo a su marido con un valor superior al millón de pesos.
Gabriela Martínez Lárraga pedía detener los abusos de los demás, pero ella tenía en la nómina del Congreso como “asesores” a personas que cobraban 23 mil pesos por manejarle sus redes sociales y, además, mientras la diputada tenía actividades legislativas, éstos realizaban acciones de proselitismo electoral junto a José Luis Romero Calzada y hasta lo presumían en sus redes sociales.
Gabriela Martínez Lárraga decía estar en contra de la corrupción, pero jamás denunció un solo acto al interior del Congreso; todo fue simulación y un doble discurso.
Gabriela Martínez Lárraga pasará a la historia como una diputada que nunca fue congruente en sus dichos y sus acciones, reitera Ciudadanos Observando.
