El incendio de gran magnitud que esta noche mantiene en vilo a decenas de familias que habitan el ejido “Ignacio Zaragoza” -al norte de Ciudad Valles- comenzó el domingo 12 de mayo, pero la ayuda de la administración estatal y del gobierno federal llegó cuatro días después.

“Queríamos evitar eso, el día de hoy estuvieron más de ochenta gentes desde temprano, gente de La Estribera, Casas Viejas, brigadistas, SEDENA… también helicópteros, nada más que a destiempo… tenemos miedo y estamos pidiendo el apoyo de manos y de helicópteros, que se sume más gente, que nos ayuden”, narró Lorena.

El domicilio de Lorena es el punto donde se acopia toda la ayuda de bebidas y alimento que la comunidad de Ciudad Valles sigue aportando día y noche, para sostener a quienes combaten el fuego.

Habitantes de ranchos y ejidos circunvecinos aseguran que el incendio ha arrasado casi mil hectáreas de monte y selva caducifolia.

La lumbre inició desde el fin de semana antepasado en el área del ejido Laguna del Mante, y al correr de las horas se extendió rápido a través de una zona montañosa. El fuego pronto sobrepasó la capacidad de voluntarios. Sin embargo, el apoyo del estado y de la federación llegó hasta el jueves.

Física y emocionalmente agotada, Lorena dijo en entrevista: “El miedo que tenemos es que nos llegue la lumbre al pie del ejido, nosotros tenemos cuatro días resistiendo desde la mañana hasta la tarde, llevando los víveres que han estado trayendo a mi casa, llevando la comida y estar al pendiente de lo que ocupan todos los voluntarios…”.

El viernes -a través de un comunicado a medios- la Coordinación Estatal de Protección Civil informó que, por aire, tres helicópteros realizan descargas de agua. Un MI-17 de la SEDENA, uno de Gobierno del Estado y uno más rentado.

Sin embargo, habitantes y voluntarios advierten que solamente dos aeronaves han realizado labores de combate al fuego. “Que haya más helicópteros, a tiempo, temprano… si no se puede amaneciendo, de perdido a las ocho de la mañana, porque han estado llegando como a las diez y media…”, dijo Orlando Rubio.

Por momentos parece que el fuego queda controlado, pero las intempestivas rachas de viento lo reavivan, extendiéndose aún más la devastación de flora y fauna silvestre.

La tarde de este lunes se ordenó abortar las acciones por tierra debido a que el fuego está fuera de control y la integridad de los brigadistas corría riesgo.

“Ya tenemos varios días, pero ya no se puede hacer nada, es demasiada lumbre y ya ve, todos se están retirando, los soldados y todos… ahorita ya se quemó aquí en rancho “La Copa”, va en dirección de Zaragoza, es el temor, que llegue a Zaragoza… hay casas, ganado…”, expresó Pablo Purata, uno de los voluntarios que combaten el fuego junto a brigadistas de CONAFOR, integrantes del Ejército Mexicano, elementos de Protección Civil y activos de la Comisión Nacional de Emergencias.

Para llegar al incendio, desde la zona urbana de Valles hay que trasladarse en vehículo durante cincuenta minutos al ejido Zaragoza. Luego, adentrarse a pie entre cañadas y bosque seco, cargado bombas aspersoras. Hay extensiones de tierra donde lo único que se observa es ceniza y miles de troncos quemados.