Fernando Medina, de 47 años de edad, quien en la capital potosina se ostentó muchos años como abogado e instructor de artes marciales salió sorpresivamente de prisión la madrugada del sábado.

El 31 de julio pasado, el autodenominado “tiburón” ingresó a la cocina de una sucursal Subway y arremetió brutalmente a golpes contra un empleado de 15 años de edad.

Fernando Medina fue exhibido en redes sociales gracias a un video de circuito cerrado grabado dentro del restaurant de comida rápida. Las imágenes se viralizaron y causaron indignación en todo el país, por lo que las autoridades se vieron obligadas a actuar de inmediato.

Tras estar prófugo varios días, finalmente agentes de la Fiscalía General del Estado aprehendieron a “el tiburón”, quien fue vinculado a proceso en el mes de agosto por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa agravado.

Entonces la exigencia pública de justicia orilló a que el fiscal carnal del estado, José Luis Ruiz Contreras, dijera que se contemplaba una pena que iría desde doce hasta cincuenta años de prisión.

Incluso el gobernador Ricardo Gallardo Cardona celebró la detención de “el tiburón” y afirmó que en el estado de San Luis Potosí “no cabía la impunidad”.

Sin embargo, el individuo estuvo tras las rejas solamente cuatro meses, pues fue puesto en libertad alrededor de las dos horas de este sábado 16 de diciembre.

Fernando Medina abandonó el penal de “La Pila”, y horas más tarde la Fiscalía emitió un comunicado informando que la defensa de Fernando Medina planteó y obtuvo la sustitución de la pena, imponiendo diversas medidas cautelares que deberá cumplir durante tres años y medio.

Así entonces, lo que el gobernador y el fiscal carnal advirtieron como un ejemplo de “no tolerancia” a la impunidad, quedó en un pago como reparación del daño para la víctima, una sanción pecuniaria y atención psicológica para el desquiciado atacante.