Trece años han pasado, y no se ha vuelto a saber nada sobre el paradero de veintisiete trabajadores migrantes (y dos choferes de “Pirasol”) quienes se trasladaban hacia el norte del país a bordo de un autobús de dicha empresa.

Eran originarios de la zona limítrofe de San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo.

Salieron de Ciudad Valles, y lo último que se supo sobre ellos es que la unidad en que viajaban fue interceptada por sujetos armados en Valadeces (Tamaulipas), y horas después se encontró abandonada en Doctor Coss (Nuevo León).

Entre los veintinueve ocupantes del autobús de “Pirasol” iba un hermano de doña María del Carmen: “Los ADN´s no sé cuántas veces nos los han tomado, son muchas irregularidades… todas las personas que iba allí yo creo que todas iban a buscar una vida mejor para sus familias aquí… el dolor sigue allí por la impotencia, y por no saber nada sobre todo… ya trece años…”, expresó.

Este fin de semana, familiares honraron la memoria de los veintinueve hombres desaparecidos el 17 de marzo de 2010.

Hijos, esposas, madres y hermanos, se congregaron en la plaza principal de Ciudad Valles, donde colocaron sus fotografías, hicieron pase de lista, marcharon pacíficamente y repartieron volantes de búsqueda entre los ciudadanos.

Rossy recordó que su marido Fidel viajaba cada año a trabajar a Estados Unidos durante nueve meses: “Cada que él regresaba no llegaba a descansar, llegaba a seguir trabajando, pero ya en lo propio en la construcción de nuestra casa… hace poco estuvimos en la CEAV en ciudad de México y nos dieron con la puerta en las narices… ¿entonces de qué se trata esto?… se supone que ellos son quien deben de apoyarnos, son quien deben estar con nosotros y no lo hacen, nos dejan solos…”, reclamó Rosa Laura.

Las familias del “Caso Pirasol” han recabado infinidad de indicios para contribuir con las autoridades; suponen que tras la desaparición de los veintinueve varones estaría el crimen organizado, que posiblemente los haya confundido o pretendiera adherirlos a sus grupos.

Ahora la mayoría de estas familias se han integrado a “Voz y Dignidad por los Nuestros”, el colectivo que agrupa al mayor número de casos de personas desaparecidas originarias de San Luis Potosí.

“Si todas las personas tenemos capacidad de indignación, vivimos en esta misma sociedad… pues lo que le atañe o le pase a la persona que tengamos al lado -o cercana- pues también es parte de nuestro problema, para estar allí, para ser empáticos… y pues sobre todo lo que nos toca es la prevención, que esto ya no vuelva a suceder y que no se tengan que dar más estos casos de desapariciones en nuestro estado y en nuestro país…”, puntualizó Ramón Ortiz.