El pasado 29 de abril el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, encabezó en la capital potosina la inauguración del Centro Estatal de Identificación Forense y de Búsqueda, que en teoría tendría la capacidad de confrontar perfiles genéticos con laboratorios en materia de genética, dactiloscopia, odontología, criminología, toxicología y química forense.

La expectativa era que funcionara como “centro regional” -como el que opera en Coahuila desde tiempo atrás-, ayudando a desahogar el trabajo detenido en estados vecinos.

“Familiares de personas desaparecidas, activistas y sociedad civil, llevaban años exigiendo al estado mexicano generar alternativas o mecanismos para lograr hacerle frente a la crisis forense que se atraviesa en México”, refirió Brenda González Lugo, miembro del Concejo Estatal Ciudadano de Búsqueda de Personas. 

Se estima que en todo el país hay un rezago de al menos cincuenta y dos mil cuerpos que no han sido identificados.

En San Luis Potosí el Grupo Coordinador advierte que en la entidad más de seiscientos cuerpos continúan sin identificar. Los restos se depositan en congeladores o en fosas comunes con la expectativa de exhumarlos posteriormente para realizar el procedimiento.

En teoría, a partir de la inauguración de las nuevas instalaciones del CEIFB en San Luis Potosí podría avanzarse en los trabajos para esclarecer la identidad de personas encontradas y determinar sus causas de muerte, y otorgar certidumbre a familiares de víctimas de desaparición forzada.

Sin embargo, a medio año de la inauguración, en el Centro Estatal de Identificación Forense y de Búsqueda no se ha obtenido ningún resultado debido a que la operatividad del Laboratorio Genético está sujeto a la acreditación de las máquinas para darle mayor certeza a los procesos de investigación.

“Justamente la expectativa era que comenzaran a funcionar, ¿no?… pero lo cierto es que desde el Grupo Coordinador, en los espacios en que hemos participado con ellos nos han podido dar a conocer que están trabajando en estas labores… pero por otra parte también hay una responsabilidad de la Comisión Estatal de Búsqueda de impulsar estos procesos… pero sí, definitivamente hay una expectativa alta de que este espacio pueda funcionar en el corto plazo”, afirmó Brenda González Lugo.

Durante la inauguración del Centro Estatal de Identificación Forense -en abril- la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna, destacó los esfuerzos que realizan los propios familiares de personas desaparecidas quienes se coordinan con el gobierno federal, con el gobierno estatal y con organismos internacionales.

Dos hijos adolescentes de Edith Pérez Rodríguez fueron desaparecidos hace diez años junto a otros tres familiares cuando viajaban sobre la carretera Valles – Mante.

La maestra Edith coincidió la semana pasada en la ciudad de México con Karla Quintana en una de las mesas de trabajo para las Recomendaciones por desaparición forzada de la ONU.

“Y allí me encuentro a Karla Quintana, me dice Edith se gastaron el dinero pero no compraron nada… ya se les hizo la auditoría y no compraron nada (el gobierno)… le pidieron a Karla pues que se espere, que sí van a comprar las cosas pero que se espere, nada más está el ´elefante blanco´, y el grupo coordinador del MEIF no tiene con qué trabajar porque el personal que tenían, los genetistas, los antropólogos físicos, que era como un número ocho personas, ocho expertos, ochos profesionistas calificados no fueron contratados…”

Edith Pérez, presidenta del colectivo “Voz y Dignidad por los Nuestros” aseveró que en el nuevo Centro Estatal de Identificación Forense no se han visto reflejados los dieciocho millones de pesos destinados como presupuesto durante el año pasado, ni los veinticinco millones destinados para el presente ejercicio.